En este silencio que
acompaña mi vida,
En estos susurros
que siento como olas
Olas que tocan mis
dedos, mi cuerpo flotando
Que no puedo más que
someterme dulcemente a su encanto.
Paseo taciturno por
el camino
Casi sueño que te
alcanzo
Pero mi café se está
enfriando.
Parpadean mis ojos,
veo como un sueño.
Cada vez la música
toca mi corazón,
A veces no sé si la
ofendo
Por tragarme
desventuras de ficción,
Por sangrar en
espacios cerrados.
La caricia que se
siente como ayer,
La sonrisa que una
vez me atrapó y me mató.
La blusa que rocé
con demencia.
Posan mis pies
descalzos en arena
Mis rodillas
molidas, raspadas de hiel,
Sombras que entumen
mi voz,
Solo deduzco cariño
y amor.
Se me fue un poco la
razón.
Yo, ya no sé qué
hacer con tus ojos,
Ya no sé qué hacer
con tu silueta,
Que me introduce en
tu ritmo y amnesia.
Saldré de ti, como pueda,
pero saldré.
Una palabra se
ondea,
Una brisa se me
enreda
en mi corazón solo
hay una voz.
Porque comprendo el
poder de tu voz.
Un adiós, una
despedida, un ciclo que monta una estrella.
Ya no robes mi
mirada.
Te lo pido por
favor.
Camina y sal de
aquí,
aunque derrame
sangre y sudor.
Emmanuel Vera
Cuellar.
25 de Abril de 2021
2:12am
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